miércoles, 21 de marzo de 2018

Quarume. Jamás volver atrás

Quarume. Jamás volver atrás
(Arturo M. Merelo, 2018)


“Ella ha desaparecido. La única posibilidad: una huída. Estaba solo. Solo adentro. Buscaba una mano que me condujera, una mano fraterna que me llevara hasta la batalla con mis propias vísceras.”

La imagen inicial parece ser un laberinto de piedra, acompañada por música tranquila, tenue…* Quizá la causa del dolor es externa, pero la cura está dentro, en el propio interior, sólo hace falta la oportuna compañía de quien por amistad y con amor fraternal nos conduce a nuestras entrañas, a las propias vísceras donde nace y emana amor y dolor.

Quarume es una alegoría, una constante metáfora del ser interior con la ciudad, sus calles y edificios, con la comida hecha de vísceras animales limpias, cuidadosamente preparadas, y con cada uno de nosotros que guardamos dentro emociones e ideas, sentires y pensares. Entre el hombre, sus alimentos y las calles que transita existe comunicación, un vínculo íntimo e indisoluble.  

Ulises atraviesa un mal momento, el vacío desesperante que deja la pérdida, que duele dentro y difícilmente se expresa con palabras, aunque sí con gestos y movimientos. Angelo recibe a Ulises (habrá que poner atención en el nombre porque no hay mayor odisea que sumergirse en el propio interior) y lo conduce por la ciudad para degustar platillos que devuelven el amor por la vida, al mismo tiempo que escucha las vivencias, los consejos de quienes cocinan y venden tales manjares, casi todos elaborados con lo que algunos considerarían basura.

“Quarume, comer quarume es terapéutico.”

Adentrarse en uno mismo y librar esa batalla interna remedia, sana, cura. La belleza de este cortometraje radica en su profunda y nítida sensibilidad, en la armoniosa comunión de imagen y sonido, pero sobre todo en el espléndido regalo que nos da al hacernos recordar que no vale volver atrás, que hay que proseguir el camino, sólo falta “Recuperar algo que sabía que tenía, pero que no sabía dónde se encontraba”, reconoce Ulises casi al final.

Muchas veces la cura no está en la luz, sino en la penumbra, no se encuentra afuera sino dentro, así lo hace sentir Quarume cuando nos conduce por las calles de un lugar idílico, Italia, pero no en sus ciudades reconocidas por su encanto arquitectónico, sino en lugares de Sicilia como Palermo, Poggioreale y Gibellina en su vida cotidiana, cuando nos presenta comida tradicional, aunque no en restaurantes lujosos ni medianamente suntuosos, sino en la calle, cuando nos invita a saborear platillos compuestos no con ingredientes comunes y preciados por la mayoría, sino con vísceras, con desechos. Esta obra toca el alma porque nos recuerda que aunque estemos des-hechos, como se ve a Ulises gritando en silencio, perdido en un pueblo en ruinas**, los desechos no son sólo desechos, hay que darles otro valor, resignificar el dolor en fortaleza y bienestar.

“Hace falta estar tranquilo, dar tiempo al tiempo, que el amor llega de nuevo y bien.”



Karla Portela Ramírez, Fil(m)osofía
Primavera de 2018




* Se trata de Exhumation, por Nils Petter Molvaer.
** Poggioreale, destruido hace décadas por un terremoto. 











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